No vamos a reproducir aquí los motivos, digamos líquidos, que según su entorno le llevan, cada vez más, a perder los papeles en público (y no digamos en privado). Pero lo cierto es que Pedro "Plasta" Pacheco ha vuelto hoy a dar la nota, ha vuelto a ponerse en evidencia y a demostrar que, más que otra cosa, es un estorbo. Un gran e insoportable obstáculo para que Jerez recupere por fin la normalidad, la calma, el sosiego, las buenas maneras, la educación y la inteligencia en el debate político municipal.
Pedro Pacheco ha intentado mentir una vez más a la ciudadanía, sacando a colación un asunto tan irrelevante como el viaje que Pilar Sánchez y Francisco Lebrero (delegado municipal de Promoción) están relizando a Suecia. Según han explicado, el viaje obedece a una invitación personal de Ikea, y forma parte de la agenda privada de ambos. Es decir, nada hay que explicar a nadie pues se trata de un asunto estrictamente personal, no institucional.
Todo eso debería saberlo Pacheco, que presume de estar bien informado y de tener línea directa con Ikea. De ser así, ha mentido deliberadamente cuando ha afirmado que Pilar Sánchez y Francisco Lebrero estaban en París (¿?), y ha añadido que los gastos del viaje los paga el Ayuntamiento, lo que iría en contra del Plan de Saneamiento. Mentiras, mentiras y más mentiras. ¿Qué le pasa a éste?
Pues quizá le pasa que el viaje de marras ha demostrado que a Pacheco no lo soportan ni los de Ikea, probablemente porque su papel en la gestión del proyecto ha sido hacer todo lo posible por cargarse la mayor inversión privada que llega a Jerez en 30 años. Le pasa que ha comprobado que no le quieren ver ni en Suecia, y que el mundo (incluido Jerez) da vueltas y vueltas, siguiendo su curso normal, sin reparar en él. O sea, que se acabó.
No seremos nosotros quienes pidamos a Pilar Sánchez que le cese de una vez. No conocemos las claves (aunque las intuimos: estabilidad institucional y operatividad funcional) que hasta ahora han desaconsejado la ruptura con Pacheco. Lo que sí nos atrevemos a sugerirle a la alcaldesa es que este nuevo episodio de delirium tremens no le salga gratis, y reclame a los órganos superiores de su partido un correctivo en toda regla.
Lo de las pintadas contra Pilar Sánchez de militantes del PSA, a la sazón trabajadores de la GMD, sigue de momento sin consecuencias conocidas (¿sabe alguien si ha salido ya la sentencia?). Esperamos que la última de Pedro "Plasta" Pacheco sí las tenga. Y pronto.